YO PENSÉ QUE GANÁBAMOS. . .

05.10.2015 22:36

Septiembre 28 / 2015

            BUCARAMANGA 4 -- AMÉRICA 1   

 

 

YO PENSÉ QUE GANÁBAMOS. . .

 

                            "Sos de la B me gritan, sos de la B me cantan; como si no lo supiera"

 

 

Al parecer el juego seguía el trámite que el rojo puso en la cancha a lo largo del primer tiempo, pero inesperadamente el rival se adueñó del balón y las bandas.  Los nuestro empezaron a ser superados en cada duelo y la respuesta colectiva no aparecía.  Sin embargo el rojo seguía arriba en el marcador.  De repente un ataque de barbaridad solemne invadió a nuestros jugadores: ante la vista permisiva de tres rojos un centro salió hacia el área donde Subero no atinó y resignó en su marca el gol del empate.   Se ponía buena la recocha.

Lamentablemente, y lo escribo con pesar, el equipo no tuvo la gallardía ni la enjundia  para superar ese instante dramático del juego.  Se vino a menos, vaciló, una fragancia absurda de indolencia desplazó el buen aroma que dejó el primer tiempo. 

 

El profe Suárez sucumbió, erró los cambios, sus instrucciones no cayeron en tierra fértil, lo dejaron morir; desde la línea debió ser testigo de cómo su equipo era arrasado.  Peto, haciendo de Limia en su debut, de forma ridícula permitió el segundo llenando de inseguridad la insegura defensa de esta noche.   El equipo estaba a merced de Bucaramanga. 

La noche, el juego rácano del equipo y la displicencia aún guardaban dolor para el pecho americano.  La tercera bofetada es un gol miserable que nos hacen, es un despropósito, no hay el menor riesgo que alguien quede mano a mano en un tiro de esquina, me sentí estafado y hasta ofendido ¡Qué les pasa por dios!  Ya era trámite.  La ansiedad que me tuvo todo el día cantando canciones del rojo con pregones que decían que íbamos a ganar se calmó, se sosegó en un madrazo desaforado cuando vilmente regalaron el cuarto.  Nos golearon y mi convicción vaga que hoy ganábamos se desvaneció.

 

Nada quedó de un buen primer tiempo en el que Restrepo, Amilkar y Hernández se impusieron en el medio campo.  De ese primer tiempo aplicado de los laterales no hubo huella.  Nadie recordará que Bucaramanga no tuvo ni media oportunidad.  Ni siquiera queda rastro del zapatazo de Ayron que estremeció el arco donde el tigre Castillo trazó la primera puntada de la novena estrella.   Me quedo con el primer tiempo así en mi cabeza tenga taladrado el segundo y no pueda dormir pensando en los miserables cuatro goles que el aceptable Bucaramanga nos marcó. 

 

Es inevitable, América no tiene punto medio.

 

Creo y creeré que vamos a ascender, aunque también debo reconocer y reafirmar que cada derrota hasta la noche del ascenso seguirá siendo tan dolorosa como el zurdazo de Aguirre o el derechazo de Chávez. ¡VAMOS AMÉRICA TODAVÍA!

  

Saludos y gracias por leer estas líneas.

 

MAURICIO BERMÚDEZ --- @MBER226

 

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