UNO VA A VER A AMÉRICA. . .

13.03.2016 22:44

AMÉRICA 2 -- POPAYÁN 2 

UNO VA A VER A AMÉRICA. . .

"Amar esta camiseta es el acto más puro que existe"

- ¡Eso no es fútbol! -, - ¡No juegan a nada! - , - ¿Todavía viendo partidos de la B? - .  Muchos no entienden que uno no va a la cancha a ver fútbol; uno va a ver a América, que es distinto.

Una noche de esas de 2012 en las que no importaba el rival, el clima o la cabeza.  Una noche como esas en las que el "Yo acompaño" cubría cualquier realidad.  Hoy como hace cuatro años la gente llegó a la tribuna a ver a su América.
 
Pasaron 14 minutos para merodear el arco rival y luego de otros 16, Popayán marcó el primero cubriendo con un manto de desolación la lluviosa noche.  En esa media hora el rojo no halló el balón, juego, ni mucho menos la idea que tanto se pregona en ruedas de prensa.  Por el contrario siempre encontró, en forma de barricada, diez muchachos de azul detrás del balón.  Ellos, sin quincena fija, jugaban como si por cada pared les pagaran una prima extra legal.
Los cuatro de arriba no la tocaron.  Los del medio apenas la veían pasar.  Y los de atrás se la quitaban de encima.  El rojo y su entrenador, que está agotando el crédito, no descifraron la maraña feroz de un joven y bizarro Popayán.
- PEEEEENAL -
Mercado por tercera vez tocó el balón.  Zurda fuerte abajo.
- GOOOOOL -
Fin de un primer tiempo en el que no hubo fútbol; hubo América.
 
El rojo mejoró de cara a la agonía.  O tal vez eso quise ver al cabo de mil segundos.  Vi algo de intensidad y fútbol donde solo había ganas y pelotazos.  Me estaba mintiendo.  El equipo buscaba el gol dando las ventajas groseras de una plantilla anémica de trabajo.  Popayán era una amenaza constante.  El juego se hizo tenso. Muy tenso.
 
El último tramo fue rocambolesco: Ayron regresó y de inmediato cayó en fuera de lugar. Herner se encontró con la victoria. De un lateral frente a la infamia de una defensa podrida Popayán empató. Golazo. Néider la puso al palo.  Herner de forma imposible erró el de la victoria, su doblete.  Suárez manoteó.  La hinchada se emputó.
 
Fin del partido.  Dos puntos que se van del Pascual, convertido por estos días en el cenáculo de personas desesperadas.  El equipo se retiraba ensimismado ante el rugido afinado de los puteadores de oficio, esa gente que va a la cancha o se para frente a una pantalla no a ver fútbol sino a su América, que es distinto.  Es difícil de entender.
 


Saludos y gracias por leer estas líneas.

 

MAURICIO BERMÚDEZ / @MBER226

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