UNA EXHALACIÓN RADIANTE. . .
Septiembre 07 / 2015
AMÉRICA 3 -- BARRAQNUILLA 0
UNA EXHALACIÓN RADIANTE. . .
"Sos de la B me gritan, sos de la B me cantan; como si no lo supiera"
El rojo salió voraz. El rojo salió frenético a buscar el partido, a honrar su casa. Salió a saldar una deuda enorme, a encontrar el fútbol extraviado y encaminar este objetivo. Corrían como los gamos del calvario y juntaban pases de los tiempos lejanos. De las bandas brotaban tímidamente pequeñas hojas de las semillas esparcidas por Vélez y Armero hace años y del medio campo como exhalaciones radiantes: algo de fútbol.
Así las cosas, Zafra desbordó en un ocho que no cerró y acomodó el balón preciso y precioso a la cabeza de Farías que hizo lo suyo. Goool, goool, goool que el rival, débil por demás, apenas asimiló. El equipo siguió asediando pero cometió muchas faltas en procura del balón entorpeciendo un poco el andar ofensivo que mermó su intensidad. El equipo sin ser exigido también fue ordenado en defensa donde Tapiero fue eficiente y distante de aquel peludo desordenado que creí que Suárez jamás pondría a jugar. Es evidente que hubo allí mano del entrenador.
Buen primer tiempo ante un pobre rival.
El rojo entendió que era menester marcar más goles para fortalecer la confianza del grupo y siguió en esa causa abusando un poco de la individual; Ayron ansioso y Lucumi impaciente. Un golecito más por favor, dame otra alegría. Y entonces una pequeña borrasca cayó sobre norte, el segundo era inminente; algunos minutos nos separaban de otro abrazo de gol que Ayron y Farias nos entregaron sinceros. ¡Vamos rojo! El juego amenazaba con tomar ritmo de paliza cuando Ayron sobre la raya puso el tercero mágico en una noche seductora que conservó con un eco maravilloso ese grito de gooooool que se rehusaba a morir en la garganta.
Buen partido frente a un pobre rival. Ganamos y no le ganamos a nadie, lo sé, pero estoy feliz porque no es una victoria cualquiera; es una lograda con algo, algo de fútbol. Discúlpenme por favor si estoy muy efusivo con esa victoria minúscula pero vi en ella la exhalación radiante de seguir creyendo. ¡Gracias rojito de mi corazón!
Parecía otro jugador. No solo marcó el gol, además jugó para el equipo, se arrastró, marcó, gritó, peleó, asistió, arengó, corrió 90 minutos y cambió ese trotecito insípido de ex jugador por los bríos insaciables del amateur. Partidazo de Ernesto Farías.
La noche de fútbol que nos debíamos terminaba con abrazos, satisfacción y el trapo eterno de Estrella Roja ondeándose presumido en lo alto mientras que el San Fernando infernal escuchaba orgulloso que se iba a caer al popular.
Saludos y gracias por leer estas líneas.
MAURICIO BERMÚDEZ --- @MBER226