TE ARRUGASTE OTRA VEZ . . .

27.11.2015 00:00

Noviembre 23 / 2015

            AMÉRICA 0 -- BUCARAMANGA 1

 

 

TE ARRUGASTE OTRA VEZ . . .

 

                            "Sos de la B me gritan, sos de la B me cantan; como si no lo supiera"

 

 

No te vas a arrugar América de Cali.  No te vas a arrugar en finales como acostumbras.  No me vas a dejar vestido para la gran noche.  No te vas a arrugar rojito de mi corazón.

 

La noche cálida que traía las últimas migajas de esta condena empezó llena de nerviosismo y ansiedad, como han sido nuestros últimos días.  El rojo tenía que ganarle a un equipo que nunca ha ganado nada, debía acabar con esa manía absurda de arrugarse en finales.  Como una continuación del juego anterior el juego se orientaba hacia un inevitable empate. ¡Vamos, vamos hijueputas! Grité envuelto en una bandera roja.  

 

El partido estaba jodido, no se veía por donde y nuestros defensas entizaban el error  que siempre han de cometer; somos unos verracos para lograr el ascenso con esos zagueros.

 

Un trago largo de aguardiente, que trajo a mi mente aquel que tomé antes de la serie de penales con Alianza, fue el compañero silencioso de esta agonía disfrazada de esperanza. 

 

Profe Suárez, en vos confío una parte de mi vida.  En vos confío. 

 

¡VAMOS ROJO VAMOS! ¡VAMOS ROJO VAMOS! ¡VAMOS ROJO VAMOS! 

Vamos a tragarnos a Bucaramanga, vamos a pasarles por encima el peso de esta camiseta.  Vamos a mostrar que el grande es el de rojo, el que sabe dar vueltas olímpicas. Pero el equipo no asumió su rol, fue pequeño, insignificante ante la responsabilidad.  El rival sabía que los armarios de nuestra defensa harían la suyo, fue constante atacando los extremos desnudos del rojo y el frente oscuro y árido hasta hallar su premio: Penal que luego fue gol de Bucaramanga.  El alma se heló al paso de un fugaz aroma a muerte. Entonces el rojo, al que siempre aliento, se quedó en la cancha, no encontró respuestas.  El rival jugaba a placer frente a un equipo pálido, inmune a la arenga dolorosa del ¡Movete rojo movete, movete deja de joder.  Movete rojo movete, movete deja de joder! porque mientras más alto era ese clamor, más intensa era la desidia.

 

El tiempo, inclemente, como ha sido durante estos años, aceleró su marcha acompañado de una lluvia lánguida.   No había noticias del empate y el ascenso se esfumaba tan rápido como se ilusiona esta hinchada inocente.  De repente, algunos versículos de otro apocalipsis se leían a viva voz en este  siniestro Pascual Guerrero que nos lo ha quitado todo; la gente en la cancha, pelea, impotencia, golpes, abusos, dolor, estruendos. Por qué simplemente no tenemos un equipo que gane, que se rompa en la cancha y nos devuelva la sonrisa que desdibujaron de nuestros rostros.   El árbitro de forma inexplicable continuo el partido y acto seguido dos opciones claras que se quedaron en nada pues el rival tenía todo bajo control.

Lo demás es lamentable.  El caos afuera del estadio, las lágrimas, el caos en el corazón escarlata que ya no sabe sufrir más.  Ya no me cabe un partido más de segunda división.  Ya estamos cansados de vagar en este camino sombrío, de andar en las cloacas de la B donde solo llegan los ecos de los títulos de aquellos a quienes hasta hace poco mirábamos de reojo.  Ya estoy cansado de ver que todos ascienden, de ver que para todos hay un abrazo de gol menos para nosotros que ya pagamos las deudas del pasado.  Ya estoy mamado que vengan a llevarse mi ascenso de casa.  Estoy cansado de las noches pesarosas sin conciliar el sueño, del insomnio dedicado a estos colores.  Estoy cansado de buscar motivos para ilusionarme en un mundo paralelo donde el rojo es grande. Estoy agotado de buscar en una calculadora el fútbol y los güeeeevos. Estoy harto de sentir que cada diciembre que llega será uno negro, de los directivos, de las burlas, de sentirme de la B.  Me duele el alma pensar que nunca vamos a volver, que jamás llegará esa noche que anhelo, que no habrá más títulos en primera, que ya mi obsesión no sea la copa libertadores sino un maldito ascenso. Me duele el alma ver páginas gloriosas.  Me duele el alma pensar que esto nunca tendrá fin.  Estoy harto, me estoy volviendo viejo en segunda división. 

 

El juez terminó el partido.  No es un juego, ni una broma pesada.   América de Cali debe jugar un año más en segunda división.  Lo de hoy, lo de ayer, lo estos cuatro años han sido golpes al corazón.  Ni siquiera un gol de Aguirre duele tanto como esto.

 

Aquí estoy como cada víspera de diciembre, golpeando paredes con el alma rota, el corazón deshecho y el rostro surcado por lágrimas cristalinas escuchando música del rojo, tratando de escribir un texto que describa mi dolor para leerlo cuando ascendamos, cuando seamos grandes de nuevo, cuando tengamos un equipo que no se arrugue en finales.

 

Al final el rojo si se arrugó y se cagó en la ilusión de su gente.

 

Saludos y gracias por leer estas líneas.

 

 

MAURICIO BERMÚDEZ --- @MBER226

 

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