Octubre 5 / 2015
AMÉRICA 3 -- LEONES 1
SE ACELERA EL CORAZÓN. . .
"Sos de la B me gritan, sos de la B me cantan; como si no lo supiera"
El rojo aún aletargado por el cuarto gol de Bucaramanga, deambulaba en la cancha del Pascual en medio de pelotazos necios que surcaban la noche clara. Leones, aferrado a un orden riguroso le tomaba la manija al juego; el rojo aún no se reponía de la goleada. Ni siquiera el aliento inagotable que llovía desde la tribuna hacia reaccionar al equipo que lucía entumecido e impotente.
Desconcentrados como la semana anterior, no marcaron un tiro de esquina en corto que un joven jugador clavó en la esquina silenciando de momento las voces que claman por su ascenso. Gol de Leones. Y las dudas de siempre asomaron desafiantes al ver que el rival seguía su cruzada de vencer al local. Fue inevitable pensar en el 1-4 con Alianza o la incapacidad del equipo para remontar. Leones jugaba bien y el profe Suárez con su cabeza tomada a dos manos buscaba explicaciones.
El rojo reaccionó tibiamente e interpretó de momento el libreto del fútbol que ha venido mostrando y que nos ha devuelto la esperanza; Anibal deslizó el balón, Lucumí asistió y este bárbaro del gol marcó fuerte arriba el empate. Golazo, golazo, gracias Anibal, gracias Lucumí y gracias Ayron.
Neider se acomodó y junto a Anibal empujaron al equipo que salió con ínfulas de vendaval. Tocaron mágicamente y el fútbol los tocó a ellos. El rojo se movía como un equipo de primera, llevaba el balón con prestancia se acercaba y asediaba a su rival. ¡VAMOS CARAJO! Así sí. Ayron cerró en la red una jugada preciosa que ni el fuera de lugar se atrevió a clausurar. Golazo que por poco tiene el eco maravilloso si Lucumí acierta en la definición de una jugada espectacular que aún recrea mi mente. El rojo y su gente fiel estaban remontando.
El rojo no se detuvo y asfixió a su oponente. Los nuestros caían raudos sobre campo rival y el definitivo parecía no tardar. Se vale saltar, se vale soñar, se vale cantar volveremos volveremos, se vale abrazar cariñosamente la ilusión. Se vale creer que estos jugadores saben que serán inmortales si logran el ascenso. El corazón se acelera al imaginarlo.
Neider dio paso a Yesus que desbordó a pase preciso del lateral y sobre la línea puso el balón en la cabeza de Ayron, quien la giró como un vengador de rojo para firmar su merecido triplete. Un gol no menos hermoso que los anteriores. Este bárbaro del gol ha cambiado por goles más intereses cada uno de los fuera de lugar de enero. Lo de Ayron es un pequeña gran historia en medio de ese relato épico que será el ascenso en unas semanas. Se acelera el corazón.
El rojo cerró el partido.
Ganamos bien remontamos como rara vez sucedió en segunda división. Un equipo con aspiraciones remonta como hoy lo hizo el rojo: con actitud demoledora.
La noche que inició temprano se alejaba dejando impregnada la piel del hincha con ese aroma seductor y esquivo del ascenso. Se acelera el corazón de solo pensar en esa vuelta olímpica con Anibal y Ayron en hombros.
Saludos y gracias por leer estas líneas.
MAURICIO BERMÚDEZ --- @MBER226