Mayo 4 / 2015
AMÉRICA 2 -- BUCARAMANGA 2
QUE NO TAPE EL BOSQUE . . .
"Sos de la B me gritan, sos de la B me cantan; como si no lo supiera"
El rojo recibió la embestida del líder del campeonato decidido a mostrar su condición. Seis minutos y los amarillos encima de unos rojos que entre si se miraban buscando respuestas. Nuestros defensas que bien parecen piezas de un futbolín trataban de rechazar lo que llovía sobre su área mientras que en el medio campo y adelante la barahúnda era total. El insípido juego de bandas quedó reducido a lo que Lucumí pudiera lograr, por desgracia no tuvo un buen juego en el que quizás fue su último partido con el rojo.
Otro de los seres humanos que ponen a jugar como defensa central en América erró la salida y en medio de cuatro conos rojos Pérez asistió a Arango quien marcó un gol que no celebró y colmó su rostro de un sentimiento extraño. Aún lo recuerdo bailando con las porristas después del memorable gol a Envigado en 2008, pero el tiempo y su implacable andar lo ponen ahora del otro lado.
El rojo seguía confundido y sumido en un vahído profundo del que apenas logró salir cuando el árbitro con sus brazos en alto señaló que esta pesadilla tendría un descanso.
Es muy jodido que pretendas salir del alcohol si repites a diario que lo que bebes es frutiño. América está mal. América sufre un mal endémico. Estamos jodidos, estamos poseídos por la desidia, por la conchudez. América lleva años sin vestir la camiseta de la dignidad. Estamos mal y no lo quieren reconocer.
América juega tan mal que hasta Neider Yesid Morantes luce como un tronco.
Poca reacción y poco compromiso frente al resultado. La actitud quedó en las tribunas donde la desazón era evidente y solo un remate ligeramente desviado de Ayron cambio por un segundo la expresión. La noche guardaba aún un golpe para este pueblo sufrido; de forma infame la defensa de América permitió que un central rival solo, solo como se siente la hinchada con este equipo de cobardes, tocara el balón para poner punto final a esta historia de marionetas y titiriteros. 0-2. No dan ganas de cantar ni exigir que se muevan, América te deja sin argumentos. Las manos en la cabeza y los codos sobre los muslos la posición más cómoda para soportar un nuevo vejamen; América y su historia quedaban regados en la fría noche bogotana.
El descuento salió al paso sin que el rojo lo buscara. A la salida de un tiro de esquina sobre el punto penal Murillo impactó de cabeza abajo sacudiendo un poco el polvo de la vergüenza. De repente y con la fuerza de quienes si sienten la camiseta, los muertos vistieron por algunos minutos la del pundonor y cargaron al rival con la fuerza que te da el saber que no tienes fútbol. Un súbito ataque de vísceras colmó la noche lúgubre que vivíamos. Algo de corazón en la cancha, hígados y riñón caían como serpentinas de la tribuna al área rival invadida por Ayron que aprovechó un despeje largo para empatar y cambiar por nada una noche que pudo ser trágica. ¡GOOL HP!
Sobre el final Viera salvó como lo hizo en toda la noche, con sus guantes protegió el puntico. El partido se acabó y camino al vestuario cada uno de los muertos se quitaba la camiseta digna del pundonor tomaban la suya e indolentes se perdían al fondo del túnel. Que siete minutos de dignidad no tapen un mes sin ganar. Siete minutos de güeeeevos no pueden tapar 83 de bellaquería ni siete años de mediocridad; que el árbol no tape el bosque.
Saludos y gracias por leer estas líneas.
MAURICIO BERMÚDEZ --- @MBER226