NADA QUE REPROCHAR
(07-12-2017)
AMÉRICA 1 - MILLONARIOS 2
NADA QUE REPROCHAR
Hoy será un gran día. Hoy lo ganamos…
El día casi no pasa y apenas se hizo llevadero con el eco de las canciones del rojo y lecturas añejas de grandes gestas. Un día largo, esperanzador, diferente. Una jornada para recordar, celebrar y encender velas con deseos dedicados a América. La noche que tardó un siglo en llegar abrió sus ojos entre pirotecnia y esperanza… Vamos rojo. Vamos a hacer de este un gran día.
El equipo flotando en sus limitantes pronunciadas se entregó al fragor del fútbol físico y sin ideas. La gente alentaba y Millonarios esperaba. Los nuestros no hallaban el rumbo y los minutos simplemente pasaban. Uno de los tantos balones que perdió Arboleda y que pretendía recuperar con un golpe de vista, desembocó en el primer gol del rival. Acto seguido, el fútbol, que no se guarda nada, le entregó la oportunidad de la revancha de un año y medio virulento. Recibió solo en el área y, como no, la desperdició. Todo está dicho con este jugador. América seguía perdiendo.
El equipo, aferrado al dogma de meter y dejar la vida en la siguiente pelota, empujó, cargó a su rival, y sin más orden que la misma convicción fue al frente. – PEEEENAL – Un silencio sepulcral acompañó la atajada de Vikonis… – PEEEEENAL – El balón fue al fondo y el grito infinito de gol parecía ser la misma resurrección. Hoy será un gran día. Hoy lo ganamos. Los jugadores seducidos por el envión que supuso el empate, desbocados fueron por el tercero sin haber logrado el segundo, y la mente no pensó más. Silva marcó un gran gol para ellos pero una completa ridiculez para nosotros. La cabeza se enterró y el corazón se heló. Ese gol acabó el partido y en parte apagó la ilusión, esa terca ilusión. Perdimos y ellos ganaron bien. Nada que reprochar.
Queda una esperanza tan grande como una semilla de chia y seguro a ella nos aferraremos. Es muy jodido pero qué lindo sería remontar en Bogotá, en esa cancha donde aún retumba el derechazo al ángulo de Caicedo en el arco de Vivalda y donde hay una factura pendiente de recoger. Tal vez la razón sentencie que no tenemos chance de lograrlo, que es el fin. Pero el corazón, que al final es el que decide en esto de amar una camiseta, me grita desaforado que hay que alentar por esa pequeña esperanza, y que el domingo puede ser el día que este equipo remendado y cocido en sus limitaciones extraordinarias, lo haga de nuevo.
Saludos y gracias por leer estas líneas.
MAURICIO BERMÚDEZ / @MBER226
#EscritoConElAlma