QUINDÍO 1 -- AMÉRICA 0
EL ETERNO DEJA VU...
El equipo inició lento y timorato, como si este partido fuera uno más, la fecha 11 de la copa tamal o tal vez la 17 de un torneo todos contra todos que no definía nada. Mientras que en la tribuna y el corazón de cada americano postrado ante la majestuosidad del objetivo, se jugaba la primera final, el partido más importante de sus vidas, la cuota inicial del éxito. América, qué indiferente fuiste hoy con tu hinchada.
Los jugadores absorbidos por una angustia irracional llena de desespero y ansiedad, deambularon por la cancha ajenos a la responsabilidad de cambiar este destino protervo que nos toca. El partido les pasó por encima, no hubo rebeldía, no hubo fútbol. Es como si los hubieran formateado en la carretera. Y es que no puedes jugar una final con el antifaz de años anteriores, no puedes sentirte inferior ante un equipo de jóvenes mal remunerados. No puede ser este primer tiempo desgraciado. ¡Así no se juega una final!
La intervención de Torres cambiaría la noche. Había que salir al frente y buscar el resultado, romper la monotonía del toquecito hacia atrás y el pelotazo insulso. ¡Vamos!...Nada cambió, el inicio del segundo tiempo fue una copia perfecta del primero alterada por un cabezazo de Dairín que casi nos marca el gol. El equipo seguía inferior al compromiso y diminuto ante su hinchada vigorosa que no paraba de alentar. No hubo noticias de ataque, el fútbol del rojo, si es que hubo, fue miserable. A esta hora hasta el punto servía… Pero llegaron esos últimos minutos que tanto costaron en partidos anteriores, como un deja vu, el resultado se esfumaba a dos minutos del final. Penal. Qué penal absurdo cometió Bejarano. Gol de Quindío. Vaya hora de perder un partido. Bonita hora de arrugarse.
Así es muy jodido. Así no hay ascenso. Así no, América, así no. No te podés tirar el esfuerzo de la gente. No podés ir de cancha en cancha cada octubre abusando de “En las malas mucho máááááááás”. No podés tratar el objetivo con la ligereza de hoy. ¡No te lo aceptamos América! Ya ha sido suficiente, basta de achicarse cuando hay que imponerse.
Qué difícil y frustrante escribir un texto que creías iba a describir una noche preciosa, y tienes que resignarte a plasmar con letras húmedas que esto ya los has visto y que temes termine como ha terminado siempre...Qué difícil evitar que ese mal pensamiento vuelva para quedarse… Esta película rayada llena de espantos y dolor ya la vimos: Desde el 1-3 en Riohacha a estos días, ha sido lo mismo; el equipo arrugado en partidos decisivos, un eterno deja vú.
Saludos y gracias por leer estas líneas
MAURICIO BERMÚDEZ / @MBER226