DAN GANAS DE ABANDONAR. . .

Noviembre 9 / 2014

       AMÉRICA 0 -- PEREIRA 2   

DAN GANAS DE ABANDONAR. . .

"...En una noche así es mejor no decir nada..."  Karlheinz Rummenigge

Las sillas que permanecieron azules a lo largo del semestre se iban tiñendo de rojo, la gente regresaba a la cancha con una pizca de esperanza, tal vez en busca de su ilusión pisoteada y escupida para recogerla y cobijarla al calor de los tres puntos en disputa. ¡VAMOS AMÉRICA!

Con el nuevo Tapiero como líder y capitán el rojo salió de frente contra el buen  Pereira que se agrupó para contener las intenciones del local. El rojo quería ganar.  El técnico García acomodaba la solapa de su saco, satisfecho porque los jugadores copaban espacios y empujaban al rival.  Fueron 10 intensos minutos; por desgracia el gol no llegó, ni siquiera estuvo cerca;  es decir que el frenesí de esos minutos fue simplemente otro vejamen más a esta ilusión: Pereira empezó a poner las condiciones.   El equipo se partió y fue presa de sus imprecisiones especialmente en media cancha donde el señor Castillo brilló por su incompetencia con y sin el balón.  ¡Ahh! Que vaina no haber marcado en esos primeros 10 minutos.    Sobre el final de la primera parte un gran pase dejó fuera de acción a los cuatro de atrás; 0-1 y un minuto más tarde Castillo y luego Suárez matricularon al rojo de nuevo en las secciones de ridículos deportivos de los noticieros; 0-2. 

El nuevo Tapiero que jugó en Bello y que a quien escribe ilusionó fue solo un espejismo de lunes festivo.  Hoy volvió a ser desordenado y poco solidario con el deber defensivo.  Dos en contra, trapos abajo y vinagre en el paladar.  El equipo estaba al filo de una estruendosa goleada.  Esto puede terminar mal.

Adentro Lucumí por Pérez, el cambio era por Montaño.  El equipo reaccionó como lo hace cualquier moribundo en su lecho de muerte, con la certidumbre que su hora está trazada. En el primer tiempo el equipo se partió y recibió dos, en este segundo tiempo se jugó y también va a recibir dos.  La gente que con orgullo y esperanza llegó ahora manoteaba y se tomaba la cara como el que quiere abstraerse de la realidad. Un palo y una aproximación el balance ofensivo de la dichosa remontada.  No hubo tiempo para más. ¡Se acabó esta mierda! Se metieron a la cancha.  Hecatombe.

La noche negra llena de oscuridad tomó tintes apocalípticos. Estruendos y pánico general inundaron la cancha de tinieblas donde solo llegan los ecos de la primera división, porque al parecer la puerta de la A fue cerrada para nosotros con aldabas y cerrojos.  No sé qué me duele más si ver los pedazos de este equipo regados como excremento de caballo o la angustia vivida por quienes al borde de las 20 horas llegaron a San Fernando por una alegría y a cambio recibieron un escupitajo alevoso de un equipo ramplón.   Los ojos enrojecidos acompañan las últimas letras de esta reseña escrita con el alma al final de un día que pasó con ansiedad y que terminó con vergüenza, amargura y más dolor.

Saludos y gracias por leer estas líneas.