CUANDO EL ALMA DUELE . . .

06.10.2014 22:18

Septiembre 29 / 2014

    CARTAGENA 3   --  AMÉRICA 1   

 

CUANDO EL ALMA DUELE . . .

 

"...Fue una deblacle, no pusimos la suficiente pasión.  En una noche así es mejor no decir nada..."   Franz Beckenbauer

 

América tardó en entrar al juego, el inicio del partido le pasó por encima, así que optaron por amontonarse en el centro del campo y esperar a ver que pasaba, a ver si la divina providencia metía mano  y sacaba esto adelante.  No hubo noticias del rojo salvo un remate tibio del 10.  En el banco, J.J en jarras, analizaba a su  equipo en construcción, su equipo que cada vez se parece más al space de Medellín.  Cartagena que propuso, que al igual que el resto no comen de camiseta, aprovechó un tiro libre y una incompetencia absurda de Yoiver para marcar el primero. (En el video del gol vean al #4). Duele el alma.  El equipo no reaccionó, fue emo ante el gol, les faltó llorar.  ¡GUËEEEVOS! ¡GÜEEEEVOS! Nada de eso, Cartagena siguió atacando de frente a Palacios.

Que Humberto Mendoza te haga un gol, es una situación francamente humillante.  Desde el primer minuto se insinuó; y tome mijo, sáquelo.  Tardelis tan demorado como su nombre y  tan lento como la red de claro, no se movió, no lo cogió, no se inmutó, no lo marcó maldita sea; y la brocha nos marcó el segundo (En el video del gol vean al #2). Duele el alma.

 

El rojo apocado por el marcador buscó algo de credibilidad, y la encontró en dos penaltis.  El primero desperdiciado por Pérez y el segundo acertado por Balanta que debe jugar como extremo más no como lateral.  El descuento fue un asomo de mejoría para el equipo que intentó tocar y desbordar pero que no encontró fútbol, por una sencilla razón; Lasso y Blanco  jugaron abiertos y a 30 metros de ellos Urueña, Pérez y Castillo; jamás llegaron en bloque.  1-2 al cierre del primer tiempo, el equipo pigmeo e indolente se retiraba de la cancha.  

 

Cartagena se retrasó un poco y procuró la seguridad del juego.  El rojo no encontraba la fórmula para mejorar y el alma desesperada y dolorida gritaba sentida que no más, que paren esta huevonada, que se cojan el bulto y sientan dónde hijueputas es que están jugando.  No hubo actitud en la cancha ni mucho menos en el banco donde por desgracia no pasa nada.  Entró el número 9, Martín,  quien emulando al gato Pérez en Neiva y rompiendo las leyes de la física y del propio fútbol;  desperdició infame la única jugada de gol del equipo.  Minutos después del funesto suceso, Tardelis se solidarizó con su compañero y entregó el balón a un rival para que de pared marcaran el  tercero sentenciando esta recocha.  Duele el alma.  1-3, las excusas de hoy están por venir.  La culpa no es de Martín; él es así, si no cree pregúntele a lo hinchas de Millonarios o de los 17 equipos en los que ha derrochado talento.  La culpa no es de Tardelis; él es así, no le pidan más.  La culpa no es de Palacios; eso es lo  que tiene.  La culpa no es de de Yoiver; no se sabe parar en la cancha.  Los culpables y directos responsables son quienes los traen y más quien los pone.  ¡Sinvergüenzas!.   

En los días que duele esta alma con la que escribo quisiera que todo fuera como antes, mirar el pasado y quedarme allí para no sentir el dolor de ver mi camiseta manchada de cinismo y salpicada con gotas enormes de vergüenza.  ¡Respeten!

 

 

Saludos y gracias por leer estas líneas.

 

 

MAURICIO BERMÚDEZ --- @MBER226

 

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