CORAZÓN Y RAZÓN. . .

18.01.2015 21:39

CORAZÓN Y RAZÓN. . .

 

 

                                    "...El partido era muy difícil por el entorno, no por el rival..."  Jaime De La Pava 

 

 

Como siempre, cada vez en la vida que corazón y razón se enfrentan en una lucha sin tregua gana el primero

 

Miles de vencidos de esta batalla se acercaban a la cancha ajuarados para la ocasión y en el rostro una ilusión renovada.  No importó la vergüenza inmediata ni el prestigio caído; solo importaba  ir a ver el rojo. Bien lo dijo alguien cosido a nuestra historia “Son cosas del corazón” AMÉRICA! ¡AMÉRICA! ¡AMÉRICA! Resonaba en la cancha que se colmaba de una devoción extraña.  ¡AMÉRICA! ¡AMÉRICA! ¡AMÉRICA! Gritaba mi corazón ansioso.

Ante una hermosa y potente tribuna oriental que remembraba aquella remontada fantástica frente a Rosario en 2000, el partido iniciaba con un rojo dispuesto en la cancha a asfixiar a punta de presión a su rival. A riesgo que lo consiguió.  El equipo plantó su línea lejos de Pluto y entre Castañeda, Castillo y Tapiero lo impulsaron al frente.  Los delanteros nuevos no pararon de moverse buscando su espacio y Urueña en medio de volteretas se hacía del balón.  Fueron 20  minutos aceptables que invitaban a creer y a reverdecer la marchita fe.   Pero los jugadores fueron cayendo de a uno en el lodo de unos argumentos que nunca asomaron en la cancha; más de lo mismo, de esa cotidianidad a la que nos están condenando; Tuluá tomó el balón lo regó en el césped y el rojo no lo volvió a ver.

 

La fiesta, el carnaval y pirotecnia estaban afuera. Adentro una nube espesa de angustia

 

Una brizna de ilusión regó las tribunas cuando Castillo, sí, Castillo, el mismo,  tomó una buena decisión y deslizó el balón para que Ayron lo pusiera en la cabeza de Fayver y este hiciera estallar en un rugido infernal a un pueblo sediento; un gol que bien parecía ser el que sacaba al equipo de la B.  Sin embargo minutos más tarde y tras perder la opción del segundo, un zapatazo de Jaime Córdoba  ante la vista y permiso de nuestro medio campo puso la sordina al empeño que trataba de poner el equipo.  1-1 –Y falta el de Carlitos Rodas– Pensé.

Luego vinieron los cambios que fueron un canasto de disparates y la incapacidad que produce la incapacidad misma.  Así el equipo deambuló por la cancha el pedazo de partido restante sostenido apenas por Pluto que atajó una increíble y la torre de ébano que puso el entrenador como pareja del más tronco de los troncos.  Y es que uno no puede aspirar ni a ganar la copa tamal con un jugador como Tardelis Peña.  Ni que hablar de los laterales y de otros. ¡Ay Diosito! Como nos están mamando la grandeza.  El tiempo no dio para más y con seguridad cuando usted lea esto ya se habrán dicho más de doce excusas para lo de hoy.  1-1 marcador final y sin saber que nos espera el domingo. Qué vaina.

 

Pateando piedras y mirando fijamente como se consumían algunas bengalas y con el eco de la silbatina dolorosa me retiré de la cancha donde creí que iba a celebrar el ascenso.  A veces pienso con la certeza que ofrece la decepción que no solo es el destino el que nos tiene en la B sino también el deseo. 

 

Como siempre, cada vez en la vida que el corazón vence a la razón se sufre más de la cuenta. ¡VAMOS AMÉRICA TODAVÍA!

 

 

Saludos y gracias por leer estas líneas.

 

 

MAURICIO BERMÚDEZ --- @MBER226

 

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