AMÉRICA, MI RADIO Y YO. . .

13.04.2015 23:54

Abril 5 / 2015

   AMÉRICA 3 -- DEPOR 0  

 

 

AMÉRICA, MI RADIO Y YO. . .

 

"Estamos jodidos pero la frente aún maltrecha y lacerada sigue en alto, se resiste a caer ante un presente desgraciado. . . América para siempre"

 

El equipo saltó a una cancha ajena copada en cada esquina por un vacío impuesto pero igual de elocuente y simbólico.  Formó sin las sobras de la sopa en los laterales que por primera vez en mucho tiempo dieron un respiro a tanta ruindad. A la distancia mi radio y yo, inocentes como el que anhela fortuna sentando en una banca, esperando que al oído llegara por arte de magia una vorágine de fútbol, vigor y güeeevos que raspara un poco la costra de nuestro presente desgraciado, y perfumara ese sentido como la noche fantástica en la que escuché pletórico de felicidad a través del radio que Rincón por poco decapita a Rayo de un taponazo. ¡VAMOS AMÉRICA!

 

El partido inició al tiempo que esta alma vagabunda buscó refugio en memorias de tiempos mejores a esperar que las palabras mágicas llegaran a través de la radio.  Poco se podía deducir del juego del equipo, cuatro centrales en defensa, el debutante Vargas junto a Neider y Lucumí  y dos atacantes sugerían un equipo con unos para defender y otros para atacar; como en los potreros.   La calma de una tarde poco usual era interrumpida por el relato ascendente del locutor  “Qué linda jugada de Lucu, de Lucu, viene el primero, viene el primeeeero. . . ” que no llegó hasta que Vargas recibió una asistencia de Neider y abajó marcó el gol que el narrador en el epílogo de su relato describió como un golazo, como el gol de  la pasión de un pueblo que sueña con el regreso a su sitio.  Imposible no emocionarse, ¡GOOOL HP! Grité con el alma.  

Gol de Jorge Vargas.  Por favor no le digan Cabañas ni Cabañitas porque en el universo americano solo existe  un mago del Pilar.

 

El partido siguió su camino poniendo a Ayron entre el fuera de lugar y el penalti; su dualidad. Fue presa del primero y de potente zapatazo arriba anotó el segundo.  Tranquilidad y un poco de música del rojo el colofón de un primer tiempo en el que el equipo cumplió con el resultado.  Me dije con certeza de estarme mintiendo que el rojo había jugado bien.  

 

El estribillo sabroso que presentaba al relator no terminaba de sonar cuando un grito de ¡PENAAAALTI! se escuchaba de fondo.  Ni un minuto del segundo tiempo y Ayron cruzando el remate marcaba el tercero, el sexto penalti, su segundo de hoy y el noveno de la campaña.  Se acabó el partido.  De ahí en adelante con mi radio como cómplice, traté de dibujar en mi mente los minutos restantes como un cuento fantástico lleno de toques que se convertían en versos en los pies de los rojos, sin embargo un fulminante ataque de objetividad me aterrizó en  nuestro vicioso presente:  la B, la indolencia, la incompetencia, el desamor, la avaricia, la tiranía, la maldita B.

 

A dos minutos del final Viera tendido resintiéndose de su lesión.  Ojalá no sea grave.  Perdí la señal del juego porque la batería de mi radio moderno se agotó.  Añoro mi radio de antes donde seguía incluso las horas siguientes al juego, por eso al hablar de radios como del fútbol perdido de mi América es inevitable reconocer que todo tiempo pasado fue mejor.  Ganamos e igual los brazos se levantan, empero no le ganamos a nadie, hay que decirlo. 

 

 

Saludos y gracias por leer estas líneas.

 

 

MAURICIO BERMÚDEZ --- @MBER226

 

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