ACTITUD. . .

17.07.2016 22:24
04/07/2016

   ATLÉTICO 0 -- AMÉRICA 2 

ACTITUD. . .

"Fue una actitud poderosa que invita a apaciguar los recuerdos dolorosos de años anteriores"

Durante este tiempo muchas veces concluí cobijado por la manta de cualquier fracaso, que América está encallado en la B por una actitud mezquina y perversa, que simplemente  no se les dio la gana ascender.   Que prefirieron cualquier interés o razón en lugar de la felicidad infinita.  Atrás quedaron ellos y sus patrañas sepultados junto a su actitud.  Al frente estamos los de siempre, orgullosos de volver a creer  y alentar.  Estamos de vuelta embelesados por la magia de esta ilusión que retumba en una frase fantástica: Juntos somos más.

El equipo inició sin tregua.  Se tomó en serio eso de dejar la vida en cada pelota.  Armados con la actitud de quien quiere ganarse un cupo en este batallón, jugaron 15 minutos precisos, correctos, a los que solo les faltó el gol que no tardaría en aparecer.  Martínez por izquierda fue profundo, Vásquez por el centro preciso y Cortés desde atrás fue hermoso.  Sin embargo, el gol no llegó pues Chávez como suele suceder, se postulaba como figura.  Fue un primer tiempo en el que el rojo se esmeró en recuperar el balón lejos de Fuentes y cerca de Chávez. Fue un América diferente.  Un buen primer tiempo

La actitud es diferente en las oficinas, en la junta, en la calle, en Cascajal, en la cancha, en el palco, en la cabina, en la tribuna y hasta en el corazón.

Los minutos empezaron a correr más rápido y antes de cualquier opción de gol, el reloj tocó amenazante el minuto 60 y el rostro amagaba con tomar ese familiar semblante de desespero. Pero en la cancha el equipo seguía esmerado por asegurar el balón en cada toque, a veces abusando del pase lateral. Y fue esa actitud perseverante la que llevó el equipo a encontrar en uno de los tantos centros de Martínez el premio a una noche laboriosa. El balón cayó limpio en el pecho de Angulo,  se abrió a la izquierda pateó y no entró, luego limpio en su pierna derecha, pateó y tampoco ¡Noooooooo! Y con el último esfuerzo de esa jugada, revolcándose,  se topó de nuevo con el balón para patear de zurda y forzar un grito feroz de gol. Gooooool. Gooool América de mi vida. ¡Salud!

Ferreira entregó la cinta de capitán a Farías y su sitio a Lucumí.  Angulo, embriagado de gol retrocedió y con más cancha en su retina jugó mejor. El equipo sintió ese cambalache y controló el partido de cara al final de la noche. Fuentes respondió en la única del rival, arquero de equipo grande dirán los entendidos.  Era felicidad, era una noche de esas para archivar en la memoria emotiva, era como el punta pie inicial de una cadena de alegrías que sin duda vendrán.  En la última jugada Farías recibió de Peñaranda, y definió como lo hace un animal de esos únicos, una bestia divina caida del olimpo que solo necesita un zarpazo para liquidar a su presa.  Taponazo abajo y gol. Gracias Tecla. ¡Ganamos!

El de hoy no fue solo un equipo nuevo y esperanzador, fue una actitud poderosa que invita a apaciguar los recuerdos dolorosos de años anteriores.

La actitud es diferente, América también lo es. Amén.

 

Saludos y gracias por leer estas líneas.

 

MAURICIO BERMÚDEZ / @MBER226

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