Mayo 21 / 2015
AMÉRICA 4 -- EXPRESO ROJO 1
A PESAR DE LA VICTORIA . . .
"Sos de la B me gritan, sos de la B me cantan; como si no lo supiera"
A pesar de la razón, los juicios, las campañas sensatas de tribuna vacía y los intentos intimidantes de persuasión; David, escudándose en unas moneditas mal habidas y una incapacidad médica, llegó a la cancha de los dolores para presenciar una victoria, aunque en la previa me dijo –Empatamos por bien que nos vaya–.
El rojo con una renovada zona defensiva se dispuso en la cancha con actitud ofensiva, como queriendo borrar la miseria reciente. Cuenta David que Subero y Rivera, los laterales de turno, se vieron más serios que los habituales y que los tres de arriba se repartieron bien el espacio. La transmisión radial ratificaba esas apreciaciones que a decir verdad me rehusé a creer. Así, enfrascado en una oficina con el teléfono al oído y en el otro la transmisión, escuché con regocijo, lo acepto, dos goles de Farias y una coincidencia alentadora; el rojo jugaba bien.
–Vea pana, están jugando bien pero vos sabes cómo son las cosas; ahora nos empatan – Sus palabras fueron una premonición maldita que evocó la desventura forzada: Penalti en contra y al descanso 2-1. Esta película de equipos poderosos remontándole al rojo ya la hemos visto este año.
El consenso inicial de mis fuentes se convirtió tajantemente en una severa contradicción; David insistía en la poca jerarquía de los nuestros dando como seguro un empate, mientras que la transmisión sentenciaba que el rojo estaba para golear a un pobre, pobrísimo Expreso Rojo.
De repente y sin estarlo esperando que es como más se disfrutan las cosas, el rojo intensificó su andar y fortaleció la concentración. Farias de nuevo marcó y a pesar de su trotecito de ex jugador repitió para grabar un póker que hace más de 20 años no sucedía en el rojo cuando en 1993 el pony Maturana se lo marcó a Bucaramanga. No es un dato menor, pero lo relevante es que el rojo iba a ganar después de 45 días de angustiosa sequía.
El rojo, a pesar del rival, hoy se tomó en serio aquello de “América tiene el peso de los partidos”. El rojo ganó, al parecer jugó mejor y por desgracia no tuve la oportunidad de verlo. Aunque según David, salvo el destape de Farias, no me perdí de nada. A pesar de la victoria él sigue escéptico y esclavo de la teoría de los cinco años en la B.
Ganar era un imperativo. Es cierto que le ganamos a un ojeroso y pobre rival, sin embargo es cierto también que rivales así nos han complicado, entonces vale la victoria que nos saca una tímida sonrisa y anestesia al menos por 48 horas este dolor crónico que venimos padeciendo. Estoy feliz porque el rojo volvió a la victoria y eso es vitamina para el alma, pero ni esa gota de agua en el desierto cambia la realidad triste de no tener equipo para ascender. . . A pesar de la victoria fresca de esta tarde, que se vayan todos y que no quede ni uno solo.
Saludos y gracias por leer estas líneas.
MAURICIO BERMÚDEZ --- @MBER226