¡QUE VIVA LA MÚSICA!. . .
22/08/2016
AMÉRICA 5 -- ATLÉTICO 0
¡QUE VIVA LA MÚSICA!. . .
" Cada toque preciso era el acorde seductor de una melodía añorada hace tiempo"
Entonces, como una prolongación del cuarto gol de la semana pasada, Martínez Borja sacó a la distancia de su pierna derecha, disfrazada de pincel de Dalí, otra pintura soberbia que se encontró en la red con el hondo rugido de gol de esta hinchada única, que acudió al templo cumpliendo con la cita necesaria de su corazón.
Solo pasaron tres minutos para que el césped golpeado del Pascual se convirtiera en un fino pentagrama, en el cual desfilaron armoniosos toques de balón, paredes precisas, desbordes exactos, potentes remates y goles a cántaros que estremecían en perfecta entonación la tranquilidad de una noche cualquiera. Angulo, con el 13 de Bustos, la acomodó de un destello perfecto en la red. El otro Angulo se deslizó en el área chica y cacheteó el tercero. El cuarto que fue un zumo exquisito de zurda, cayó por derecha cuando Brayan Angulo recibió, tocó de primera y se meneó para recibir la devolución de Feiver que corrió tras la piolita que este le tiró. Luego definió con un desparpajo aterrador.
Era una fiesta y el corazón lo sabía. El balón perseguía a los de rojo que se abalanzaban enfermizos sobre el arco rival. Cada toque preciso era el acorde seductor de una melodía añorada hace tiempo. El fútbol de América, el de esta noche, se podía saborear y escuchar como una delicada pieza musical que acariciaba lo sentidos. ¡Qué viva la música!
Lucumí de titular se tragó la cancha reclamando a gritos que le tiren la camiseta desde el inicio. Feiver acarició de nuevo el gol como esa mascota incondicional que siempre está allí. Angulo trajo de nuevo la cabeza que se había fugado a México y la acomodó junto a sus pies para crear fantasías. El menudo pero macizo Mosquera llegó a todos los balones, marcó hasta al árbitro e incluso le quitó el balón a los recogebolas; raspó, mordió y metió hasta el final. Ayala parece Gerrard cuando luce orgulloso la cinta de capitán en su brazo. Cortés, don Efra, es hermoso, como describe Santiago Llach a Jesús Méndez[i] en sus Crónicas Canallas[ii]“Es hermoso, marca como una hiena y juega como un bambi” Así es Efraín Cortés. Y Martínez Borja, quien remató la jornada con el quinto, no menos espectacular, con cada partido que pasa acomoda su amplia carrocería en el corazón herido y estrecho de esta hinchada. ¡Qué viva la música!
Como el origen, tengo un sueño dentro de este sueño del ascenso. Quiero ascender y dar la vuelta olímpica invicto, sin perder ni un solo juego, goleando a los chicos y venciendo a los otros. Quiero escuchar la música de esta noche retumbar en los 14 juegos que restan. Quiero que este ascenso sea perfecto, memorable. Tal vez sea una utopía o quizás una realidad, solo sé que vamos bien. Por ahora voy a descansar con una sonrisa infinita arrullado entre goles por la dulce música de esta noche inolvidable, inmaculada. Gracias América, gracias rojito de mi corazón.
¡Qué viva la música carajo!
Saludos y gracias por leer estas líneas.
MAURICIO BERMÚDEZ / @MBER226
[i] Bastión del ascenso de Rosario Central en 2013
[ii] Crónicas Canallas de Santiago Llach Editorial Blatt & Rios